En Colombia vemos como algunos políticos usan la Verborrea para lograr algún efecto en la comunidad que los escucha y les sigue en los diferentes escenarios del ámbito político y social, a través de las redes sociales y medios de comunicación a nivel nacional.
Personajes más conocidos por su virulencia verbal, que mucho hablan y hacen poco, y usan su despótica contra algunos personajes de la vida pública.
Usan una Verbosidad excesiva, insaciable, inútil, destructiva, indiscreta e insustancial, todo para alcanzar sus objetivos políticos y subir escaños en el voto de opinión, costumbres de los políticos populistas, algo tropicales que se dicen llamar la alternativa del cambio social “Los Alternativos” pero en su trasfondo del dicho al hecho “ Hablan mucho y hacen Poco” solo están habituados en expresar un montón de ideas con el mayor número de palabras y de ahí no pasan, nunca se les ve la gestión y los resultados.
Sin lugar a dudas, para algunos de nuestros políticos en Colombia, la verborragia, la verborrea, la charladuría, la estridencia verbal, la garrulería, la cháchara y la locuacidad incontenible son diferentes de la elocuencia y la facundia, lo cual hace parte de los atributos complementarios de un buen político para comunicar sus ideas y transmitir sus sentimientos.
Aristóteles definió al político como el “Adulador del Pueblo”, algo muy generalizado y del día a día en el país y que va en aumento, en esta persona prima el interés general se suplanta por su interés personal.
En aumento de los egos politiqueros con los que se tiene que lidiar a diario en los diferentes escenarios de la política nacional.
Nos lleva al degeneramiento de la política la cual se transforma en Demagogia, al mejor estilo de los agitadores griegos, los cuales causaban grandes alborotos para así echarle el agua sucia a los gobernantes de la época, en el centro de la vida política y cultural de Atenas, prácticas que para nada han cambiado en nuestros tiempos, donde los escenarios son más propicios con la comunicación digital y sin censura a través de las redes sociales y los medios digitales al servicio de la comunidad en general.
La práctica de la verborrea en la política actual se convirtió en parte de la manipulación de la conciencia, la siembra de ideas que sirven para los lograr de los objetivos por sus manipuladores, incluyendo a la prensa Fake News y hasta el punto de llegar a ser inmorales, algo que se vuelve común entre nuestros honorables!.
El objetivo del político está centrado en la efectividad en sus campañas políticas, donde “el fin justifica los medios” incluso sin medir las consecuencias de estas, comunicar, convencer, persuadir, manipular; se convierten en sinónimos, para así distinguir es difícil cual es la una o cual es la otra, algo que convierte en un tema difícil, es así como la manipulación es parte imprescindible y fundamental del día a día del político desde los inicios de la humanidad.
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