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Putin no tiene una buena salida... y eso me asusta mucho




El jefe de estado ruso debe decidir cĂłmo quiere terminar esta guerra: rĂĄpido y con bajos costos, o prolongado en el tiempo y con una humillaciĂłn aĂşn mayor 

Por: 

Thomas L. Friedman

El jefe de estado ruso, Vladimir Putin, en el Kremlin, en marzo de 2022 (Reuters) 

Si esperas que la inestabilidad que la guerra de Vladimir Putin contra Ucrania ha provocado en los mercados mundiales y en la geopolĂ­tica haya tocado techo, tu esperanza es vana. TodavĂ­a no hemos visto nada. Esperen a que Putin comprenda plenamente que las Ăşnicas opciones que le quedan en Ucrania son cĂłmo perder: pronto, pequeĂąo y poco humillado o tarde, grande y profundamente humillado. 

Ni siquiera puedo imaginarme quĂŠ tipo de conmociones financieras y polĂ­ticas irradiarĂĄ Rusia -este paĂ­s que es el tercer productor de petrĂłleo del mundo y posee unas 6.000 cabezas nucleares- cuando pierda una guerra de elecciĂłn que fue encabezada por un hombre, que nunca puede permitirse admitir la derrota. 

¿Por quĂŠ no? Porque Putin seguramente sabe que “la tradiciĂłn nacional rusa no perdona los reveses militares”, observĂł Leon Aron, experto en Rusia del American Enterprise Institute, que estĂĄ escribiendo un libro sobre el camino de Putin hacia Ucrania. 

“PrĂĄcticamente todas las derrotas importantes han dado lugar a un cambio radical”, aĂąadiĂł Aron, en The Washington Post. “La guerra de Crimea (1853-1856) precipitĂł la revoluciĂłn liberal del emperador Alejandro II desde arriba. La guerra ruso-japonesa (1904-1905) provocĂł la primera revoluciĂłn rusa. La catĂĄstrofe de la Primera Guerra Mundial provocĂł la abdicaciĂłn del emperador NicolĂĄs II y la revoluciĂłn bolchevique. Y la guerra de AfganistĂĄn se convirtiĂł en un factor clave para las reformas del lĂ­der soviĂŠtico MijaĂ­l Gorbachov”. AdemĂĄs, la retirada de Cuba contribuyĂł significativamente a la destituciĂłn de Nikita Khrushchev dos aĂąos despuĂŠs. 

En las prĂłximas semanas serĂĄ cada vez mĂĄs obvio que nuestro mayor problema con Putin en Ucrania es que se negarĂĄ a perder pronto y por poco, y el Ăşnico otro resultado es que perderĂĄ a lo grande y tarde. Pero como esta es Ăşnicamente su guerra y no puede admitir la derrota, podrĂ­a seguir redoblando la apuesta en Ucrania hasta... hasta que contemple el uso de un arma nuclear. 

¿Por quĂŠ digo que la derrota en Ucrania es la Ăşnica opciĂłn de Putin, que sĂłlo el momento y el tamaĂąo estĂĄn en cuestiĂłn? Porque la invasiĂłn fĂĄcil y de bajo coste que imaginĂł y la fiesta de bienvenida de los ucranianos que imaginĂł eran fantasĂ­as totales, y todo se deriva de ello. 

Putin subestimĂł por completo la voluntad de Ucrania de ser independiente y formar parte de Occidente. SubestimĂł por completo la voluntad de muchos ucranianos de luchar, aunque significara morir, por esos dos objetivos. SobrestimĂł por completo a sus propias fuerzas armadas. SubestimĂł por completo la capacidad del presidente Biden para galvanizar una coaliciĂłn econĂłmica y militar mundial que permitiera a los ucranianos ponerse en pie de guerra y devastar a Rusia en su propio paĂ­s: el esfuerzo mĂĄs eficaz de Estados Unidos para crear una coaliciĂłn desde que George H. W. Bush hizo pagar a Saddam Hussein por su locura de tomar Kuwait. Y subestimĂł por completo la capacidad de las empresas y los individuos de todo el mundo para participar en las sanciones econĂłmicas contra Rusia y ampliarlas, mucho mĂĄs allĂĄ de lo que los gobiernos iniciaron o dispusieron. 

Cuando uno se equivoca en tantas cosas como lĂ­der, su mejor opciĂłn es perder pronto y por poco. En el caso de Putin, eso significarĂ­a retirar sus fuerzas de Ucrania inmediatamente; ofrecer una mentira para salvar la cara para justificar su “operaciĂłn militar especial”, como afirmar que protegiĂł con ĂŠxito a los rusos que viven en Ucrania; y prometer que ayudarĂĄ a los hermanos rusos a reconstruirse. Pero la ineludible humillaciĂłn serĂ­a seguramente intolerable para este hombre obsesionado con restaurar la dignidad y la unidad de lo que ĂŠl considera la patria rusa. 

Por cierto, tal y como van las cosas sobre el terreno en Ucrania ahora mismo, no estĂĄ fuera de la posibilidad de que Putin pueda perder pronto y a lo grande. Yo no apostarĂ­a por ello, pero cada dĂ­a que pasa mueren mĂĄs y mĂĄs soldados rusos en Ucrania, quiĂŠn sabe quĂŠ pasa con el espĂ­ritu de lucha de los reclutas del ejĂŠrcito ruso a los que se les pide que luchen en una guerra urbana mortal contra compaĂąeros eslavos por una causa que nunca se les explicĂł realmente. 

Dada la resistencia de los ucranianos en todas partes a la ocupaciĂłn rusa, para que Putin “gane” militarmente sobre el terreno su ejĂŠrcito tendrĂĄ que someter a todas las ciudades importantes de Ucrania. Eso incluye la capital, Kiev, despuĂŠs de probablemente semanas de guerra urbana y de enormes bajas civiles. En resumen, sĂłlo podrĂĄ hacerlo si Putin y sus generales perpetran crĂ­menes de guerra no vistos en Europa desde Hitler. Esto convertirĂĄ a la Rusia de Putin en un paria internacional permanente. 

AdemĂĄs, ¿cĂłmo podrĂ­a Putin mantener el control de otro paĂ­s -Ucrania- que tiene aproximadamente un tercio de la poblaciĂłn de Rusia, con muchos residentes hostiles a MoscĂş? Probablemente necesitarĂ­a mantener cada uno de los mĂĄs de 150.000 soldados que tiene desplegados allĂ­ -si no mĂĄs- para siempre. 

Simplemente no veo ningĂşn camino para que Putin gane en Ucrania de forma sostenible porque simplemente no es el paĂ­s que ĂŠl pensaba que era, un paĂ­s que sĂłlo espera una rĂĄpida decapitaciĂłn de sus dirigentes “nazis” para poder volver a caer suavemente en el seno de la Madre Rusia. 

AsĂ­ que, o bien corta sus pĂŠrdidas ahora y come cuervo (NdR: admitir el error cometido) -y con suerte para ĂŠl escapa de las sanciones suficientes para revivir la economĂ­a rusa y mantenerse en el poder- o se enfrenta a una guerra para siempre contra Ucrania y gran parte del mundo, que lentamente minarĂĄ la fuerza de Rusia y colapsarĂĄ su infraestructura. 

Como parece empeĂąado en esto Ăşltimo, estoy aterrado. Porque sĂłlo hay una cosa peor que una Rusia fuerte bajo el mando de Putin, y es una Rusia dĂŠbil, humillada y desordenada que podrĂ­a fracturarse o estar en una prolongada agitaciĂłn de liderazgo interno, con diferentes facciones luchando por el poder y con todas esas cabezas nucleares, ciberdelincuentes y pozos de petrĂłleo y gas por ahĂ­. 

La Rusia de Putin no es demasiado grande para fracasar. Sin embargo, es demasiado grande para fracasar de una manera que no sacuda a todo el resto del mundo. 

(C) The New York Times.-

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